Si generalizamos siempre, nos perdemos información.
Si bien cada especie tiene características comunes, nunca hay que olvidar las peculiaridades de cada individuo. Cuanto más comunico con perros, gatos, aves, roedores, etc, más me queda claro que cada uno de ellos es un individuo con una sensibilidad diferente, con pensamientos propios distintos al de otro ser de su misma especie.
Creo que el ser humano tiende a generalizar y esquematizar tanto que se deja información muy útil por el camino. Es más fácil simplificar el entorno y la vida que se desarrolla alrededor; así no hay que esforzarse en invertir tiempo y energía en averiguar cómo es el otro, sea humano o animal.
Confieso que me asombra que, aún conociendo la maravillosa y útil herramienta que es la comunicación animal directa, haya responsables de animales que prefieran permanecer en el desconocimiento de qué siente, piensa, opina o necesita su animal.
Abrid los corazones, seres del mundo.
