Chamanismo es conexión, desde el corazón, desde la esencia, con todo lo que existe: uno mismo, otros seres, naturaleza, universo y vida. Conexión con la totalidad, con todo lo existente.
Caminar por este sendero es ir abriendo la capacidad de percibirlo todo desde lo que somos: esencia, corazón puro.
Es librar, en calma y consciencia, la batalla humana entre mente y corazón, el mayor aprendizaje al que nos enfrentamos los seres humanos en cada existencia.

Chamanismo es confiar en la vida por completo, hasta el punto de saltar al vacío con amor aunque no veamos dónde vamos a caer, sin necesidad de conocer el futuro ni de controlar con la mente lo que vivimos.

​

Chamanismo es amar con pureza todo lo que existe.
 

Soy Luz Armillas, soy chamana, y hace mucho tiempo, desde otra existencia física, contraje el compromiso de plantar semillas para que los seres desarrollen su conexión, la que todos tenemos, con todo lo que le rodea, desde su corazón esencial.
Esta formación es un viaje hace la conexión con uno mismo y, por lo tanto, con todo lo existente, en todas sus formas. Yo te acompañaré, te guiaré y sembraré semillas en tu corazón, pero eres tú quien va a ser protagonista de su propio crecimiento.
Aquí la mente no cabe salvo como herramienta; es el corazón el que va a confiar y va a conectar con todo, soltando el control, saltando al vacío con curiosidad, como el corazón de un niño que acaba de nacer.

​

Esta formación no te prepara para ser chamán, ya que ser chamán es un propósito de vida con el que se nace. Puede que alguno descubra que lo es durante este trayecto, o no. Eso no es lo importante, ya que cada uno de nosotros viene con una misión desde su alma y descubrirla, o seguir conectando con ella, es maravilloso, sea cual sea.